Qué deben vigilar los inversores
La lista de catalizadores a observar es clara: aprobaciones europeas y nacionales, inclusión del test en guías clínicas, acuerdos de reembolso con pagadores, datos de efectividad en vida real y alianzas entre farmacéuticas y empresas de diagnóstico. Cabe recordar que la introducción de una tecnología diagnóstica en atención primaria exige inversión en formación y capacidad de laboratorio.
La pregunta que surge es: ¿estamos ante la sustitución de los escáneres por análisis de sangre? En el corto plazo, es improbable una sustitución total; más plausible es una coexistencia complementaria donde los test sanguíneos se conviertan en filtro inicial y los métodos tradicionales se reserven para confirmación o casos complejos.
Para inversores: oportunidad con cautela. El mercado se amplía, pero la monetización depende de reembolso, adopción clínica y del éxito simultáneo de las terapias. No es un camino libre de riesgo. Para pacientes y cuidadores, supone esperanza y mayor acceso al diagnóstico, con la necesaria prudencia ética y regulatoria.
Detección temprana del alzhéimer: ¿podrían los análisis de sangre reemplazar a los escáneres?