Oportunidades y actores clave
Tesla sigue dominando por capitalización y por un ecosistema que combina vehículo, almacenamiento estacionario y energía solar. Su ventaja de primer movimiento y su red de software y actualizaciones OTA (actualizaciones por aire, que permiten mejorar el vehículo sin pasar por taller) generan ingresos recurrentes y barreras de entrada.
Pero la competencia se intensifica. En China, NIO y XPeng están innovando con modelos distintos. NIO apuesta por el intercambio de baterías, una solución que reduce la “ansiedad por autonomía” porque permite cambiar la batería en minutos; XPeng compite en software y conducción asistida, con grandes inversiones en IA y OTA. El mercado chino ofrece un enorme crecimiento, pero incorpora complejidades: apoyo estatal, competencia local feroz y riesgos geopolíticos que pueden condicionar la expansión internacional.
La infraestructura de carga es otra pieza crítica. Compañías como ChargePoint y Blink Charging desarrollan redes que facilitan la adopción masiva de VE. La demanda de puntos de carga públicos y privados crece, pero la instalación exige inversiones significativas y actualizaciones de la red eléctrica local. Pensemos que hoy un inversor minorista puede entrar con sumas pequeñas —desde £1, aproximadamente €1,15/US$1,30— a través de plataformas que ofrecen fracciones de acciones, lo que facilita la exposición temática aunque no elimina el riesgo.
La tecnología de baterías puede cambiar las reglas de la competición. Empresas como QuantumScape trabajan en baterías de estado sólido, una química que promete mayor densidad energética, cargas más rápidas y mayor seguridad frente a incendios. En términos sencillos, estado sólido sustituye el electrolito líquido por uno sólido, reduciendo riesgos y mejorando autonomía. Es una apuesta alta: potencial disruptivo acompañado de incertidumbre técnica y calendario de comercialización.