Proveedores críticos: la exposición inteligente a las megatendencias tecnológicas
El éxito de gigantes como Apple, Nvidia y Tesla no solo crea titulares; genera una demanda persistente para quienes fabrican los componentes que hacen posible esa innovación. Vayamos a los hechos: invertir en los proveedores de semiconductores y en los fabricantes de equipos especializados permite obtener exposición a la ola de la IA, los vehículos eléctricos y el IoT sin tener que apostar por un único actor final.
¿Por qué tiene sentido esta estrategia? Primero, porque algunos proveedores disfrutan de ventajas casi monopolísticas. Piense en ASML, cuya litografía ultravioleta extrema (EUV) es prácticamente indispensable para producir los chips más avanzados. Cada máquina EUV supera los 200 millones de dólares y su oferta es muy limitada. Esto establece barreras de entrada que protegen a los líderes.
Segundo, proveedores como TSMC (TSM) han invertido sumas colosales para mantener su ventaja competitiva. TSMC ha destinado más de 40.000 millones de dólares a capacidades de fabricación avanzadas, incluido el proceso de 3 nanómetros, y trabaja mediante contratos a largo plazo con clientes como Apple y Nvidia. Esa estructura genera visibilidad de ingresos y pedidos previsibles, algo muy valorado por inversores que buscan menor exposición a la volatilidad de los títulos de consumo final.