actores clave y estrategias
Alphabet (GOOGL), propietario del buscador dominante, afronta el dilema del innovador. Debe incorporar capacidades conversacionales sin canibalizar un negocio publicitario extremadamente rentable. La tensión es evidente: modernizar el producto para no perder relevancia frente a soluciones conversacionales y, al mismo tiempo, preservar fuentes de ingresos. En Europa, donde la regulación sobre datos y competencia es más estricta, Alphabet tendrá que equilibrar innovación y cumplimiento normativo.
Microsoft (MSFT) sigue otra vía. Su alianza con OpenAI le permite integrar IA de forma transversal en Windows, Office y su ecosistema en la nube. No busca únicamente ganar cuota de mercado de búsqueda tradicional, sino desplazar hábitos de uso ofreciendo asistentes que mejoran la productividad. Su ventaja competidora es la extensa base instalada en empresas, un canal que puede acelerar la adopción de experiencias conversacionales empresariales.
En un plano diferente están los proveedores de infraestructura como NVIDIA (NVDA). Estos actores suministran chips especializados y aceleradores para cargas de trabajo de IA. Su demanda crece con la necesidad de entrenar y ejecutar modelos de lenguaje y búsqueda conversacional. Aquí la lógica es distinta: la infraestructura se vende independientemente de quién gane la batalla por la interfaz de usuario. Es una apuesta hacia la capa física y de servicios que sostiene el ecosistema.