La regulación europea y el precedente italiano
La reciente decisión de la autoridad antimonopolio italiana que obliga a Meta a abrir WhatsApp a chatbots de terceros ha cambiado las reglas del juego. Vayamos a los hechos: por primera vez, un regulador empuja a un ecosistema cerrado a permitir integraciones externas. Esto no es anecdótico. Es coherente con la corriente normativa europea, desde el Digital Markets Act —la ley que busca evitar prácticas de cierre en plataformas de gran poder de mercado— hasta la supervisión activa de la Comisión y otras autoridades nacionales.
¿Qué implica esto para los mercados? Abrir plataformas como WhatsApp multiplica de forma inmediata el mercado direccionable para desarrolladores independientes. Un chatbot que podía alcanzar unos pocos miles de usuarios ahora puede acceder a miles de millones. Esto genera demanda por infraestructura: potencia de cálculo para entrenamiento e inferencia, servicios en la nube, plataformas de datos, APIs de comunicación, y herramientas de monitorización y seguridad. En otras palabras, los llamados picks-and-shovels de la era de la IA tienen razón de ser.
Los beneficiarios evidentes incluyen proveedores de GPUs y servicios cloud, responsables del grueso del coste operativo del despliegue de modelos. Compañías como NVIDIA, Microsoft y Alphabet están en el centro de esa cadena de valor. Pero el impacto no se limita a los gigantes. Subsectores como bases de datos optimizadas para IA (piénsese en Snowflake o MongoDB), herramientas de observabilidad (Datadog) y APIs de comunicación (Twilio) podrían experimentar un crecimiento acelerado si la interoperabilidad se extiende.
La pregunta que surge es si esta oportunidad es accesible para el inversor particular. Sí, con matices. Existen vehículos temáticos que agrupan proveedores de infraestructura y herramientas para desarrolladores, y permiten fracciones desde £1 (≈ €1,10). Uno de esos productos, ofrecido por Nemo y supervisado desde ADGM, ofrece exposición diversificada sin la necesidad de comprar acciones completas. Para quien quiera profundizar, remito a un análisis más amplio aquí: Derribando los jardines vallados de la IA: un argumento a favor de la competencia abierta.